Quizás uno de los fenómenos más difíciles de
estudiar sea el llamado de Combustión Espontánea, su
definición es simple, ya que se puede decir que es "un daño
causado al cuerpo humano, parcial o total, por un fuego cuyo
origen aún no se puede determinar con certeza"
Este fenómeno tiene una gran repercusión en
los siglos XVIII y XIX. Charles Dickens se sintió fuertemente
atraído por este tema. En su obra "La casa desierta" escrita
en los años 1852 y 1853 hace una descripción muy rigurosa de
la muerte del protagonista "el malvado Krook" ya que él
escritor estaba muy bien informado por haber seguido de cerca
este fenómeno.
En el libro de Job este fenómeno es tratado
como "un castigo divino", aunque para otras personas es
simplemente otra de las tantas "supersticiones" que acompañan
al ser humano en su andar. Oficialmente la CHE (Combustión
Humana Espontánea) no es reconocida como tal, sino que se le
otorga el adjetivo de "prenatural" para calificarla de alguna
manera, pero dado lo puntual de cada caso, y la forma
imprevista donde se presenta, resulta muy difícil analizar
este fenómeno bajo prismas de fiabilidad total.
CARACTERISTICAS DEL FENOMENO
La característica principal de este fenómeno
es la extrema intensidad de calor que genera.
Su rapidez extrema en actuar es otra
característica importante.
Generalmente actúa ante personas solitarias y
de cierta edad GENERALIDADES
En circunstancias normales es muy difícil
quemar un cuerpo humano, máxime si esta vivo. Habitualmente,
los cuerpos de las personas que mueren envueltas en llama sólo
sufren daños parciales o superficiales. Para reducir un cuerpo
a cenizas se requiere una gran cantidad de calor, echando
combustible, y manteniendo el fuego durante horas. A pesar de
ello, los crematorios suelen incluso moler los huesos que
quedan; para reducir a cenizas los huesos humanos se necesitan
1.650 grados C. aproximadamente.
Ivan Sanderson, estudioso de este tema,
tratando de encontrar alguna explicación satisfactoria al
fenómeno nos dice que, ciertas funciones orgánicas y mecánicas
del cuerpo están alteradas en ciertas personas de hábitos
sedentarios; el fosfágeno, compuesto similar a la
nitroglicerina y de formación endotérmica podría acumularse en
cantidades anormales, de manera que el cuerpo se volviera
fácilmente combustible, pero el porqué de la "chispa del
encendido" aún no se ha logrado determinar, o sea el detonante
del fenómeno aún no se ha localizado.
En el siglo XVIII se creía que este fenómeno
era una especie de castigo divino a las personas que sufrían
embriaguez continua. Es así como Justus von Ligbig , estudioso
escéptico del fenómeno, estudió y trato de demostrar que la
carne humana saturada de alcohol únicamente ardía mientras el
alcohol no se hubiera consumido. En 1965, el doctor John Gee,
médico interno del Departamento de Medicina Forense de la
Universidad de Leeds, consiguió encender fuego a trozos y
partes de tejidos adiposos, pero solo existía "chamuscamiento"
y siempre si "se sostenía la muestra en una fuerte corriente
de aire".
Muchos investigadores, médicos y jueces en
estas explicaciones encontraron la forma de cerrar expedientes
al respecto de este espinoso tema, por no decir "caliente".
Otras explicaciones se han llevado al campo
de lo psíquico, y no ha faltado el estudioso que lo ha
denominado "suicidio psíquico", estos últimos estudios hablan
de "autoinducción del sujeto" por causas de desesperación,
angustia, resentimientos, o depresiones. Añaden, las reservas
de energía física y psíquicas habitualmente controladas, no se
liberan de repente, provocando el desenlace que denominan
"suicidio psíquico".
También en 1965, el doctor Livingstone
Gearhart, enunció su teoría de "las corrientes geomágneticas",
la cual se podría resumir de la siguiente forma:
La fuerza del campo magnético terrestre sube
y baja bastante repentinamente y en relación con la actividad
solar. La CHE podría ser el resultado de una compleja cadena
de acontecimientos en la que se produce una interacción entre
ciertas condiciones astronómicas y el estado de un cuerpo
individual. Estas serían las precondiciones de la teoría de
"la bola de fuego".
Respecto a esto último, algunos físicos
americanos últimamente han sugerido que estas inmensas
energías condensadas en una bola de fuego, pueden ser, en
determinadas circunstancias, producidas por ondas cortas de
radio, del tipo utilizadas en los hornos de microondas.
Sea cual sea la explicación de este fenómeno
llamado CHE, se debe reconocer que es un hecho que ocurre en
forma muy ocasional y en personas de ciertas características
físicas y psíquicas muy concretas, aunque al día de hoy no
existen datos muy fiables en cuanto a estadísticas de casos,
pero también es cierto, que sigue ocurriendo este fenómeno
desconcertante. El último caso que se tiene antecedentes en
España, ocurrió en las afueras de la ciudad de Sabadell, en el
mes de Noviembre de 1990, y la víctima fue un solitario señor
chatarrero, el cual murió enteramente quemado, pero lo extraño
del caso, que ni el colchón donde estaba durmiendo, ni la
habitación donde estaba alojado sufrieron quemaduras de ningún
tipo. No había estufas, ni televisión, la electricidad no
estaba conectada hace un par de años, ya que los terrenos
estaban bajo orden de desalojo, y no existían indicios de
ninguna fuente generadora de fuego (ceniceros, cigarros,
encendedores)
Investigaciones posteriores siguiendo los
pasos en la vida de esta víctima, dieron a conocer una serie
de circunstancias emocionales y de desarraigo social, que
concuerda en un gran porcentaje con la vida de otras víctimas
ocurridas en otras latitudes y con características similares.
Todavía quién escribe estas líneas recuerda
el desconcierto de la policía, y más aún cuando al capitán de
la Guardia Civil se le insinuó el fenómeno de la CHE.
El pobre chatarrero era una persona pobre y
solitaria, sin relevancia social alguna. Su expediente de
investigación fue archivado con las mismas palabras que
siempre acompañan al fenómeno de la Combustión Humana
Espontánea: SIN EXPLICACIÓN.